SESTINA: ALTAFORTE
LOQUITUR: En
Bertrans de Born.
Dante Alighieri put this man in hell for that he was a
stirrer-up of strife.
Eccovi!
Judge ye!
Have I dug him up again?
The scene is his castle,
Altaforte. “Papiols” is his jongleur. “The Leopard,” the device of Richard
(Cœur de Lion).
I
Damn it all! all this our South stinks peace.
You whoreson dog, Papiols, come! Let’s to music!
I have no life save when the swords clash.
But ah! when I see the standards gold, vair, purple, opposing
And the broad fields beneath them turn crimson,
Then howl I my heart nigh mad with rejoicing.
II
In hot summer have I great rejoicing
When the tempests kill the earth’s foul peace,
And the light’nings from black heav’n flash crimson,
And the fierce thunders roar me their music
And the winds shriek through the clouds mad, opposing,
And through all the riven skies God’s swords clash.
III
Hell grant soon we hear again the swords clash!
And the shrill neighs of destriers in battle rejoicing,
Spiked breast to spiked breast opposing!
Better one hour’s stour than a year’s peace
With fat boards, bawds, wine and frail music!
Bah! there’s no wine like the blood’s crimson!
IV
And I love to see the sun rise blood-crimson.
And I watch his spears through the dark clash
And it fills all my heart with rejoicing
And prys wide my mouth with fast music
When I see him so scorn and defy peace,
His lone might ’gainst all darkness opposing.
V
The man who fears war and squats opposing
My words for stour, hath no blood of crimson
But is fit only to rot in womanish peace
Far from where worth’s won and the swords clash
For the death of such sluts I go rejoicing;
Yea, I fill all the air with my music.
VI
Papiols, Papiols, to the music!
There’s no sound like to swords swords opposing,
No cry like the battle’s rejoicing
When our elbows and swords drip the crimson
And our charges ’gainst “The Leopard’s” rush clash.
May God damn for ever all who cry “Peace!”
VII
And let the music of the swords make them crimson
Hell grant soon we hear again the swords clash!
Hell blot black for always the thought “Peace”!
EZRA POUND. Personae (1908).
SESTINA: ALTAFORTE
LOQUITUR: En Bertrans de Born.
Dante Alighieri puso a este hombre en el Infierno porque era un sembrador
de discordias.
Eccovi!
¡Juzgadlo!
¿Lo he arrancado de su tumba?
La escena en su castillo de Altaforte. "Papiols" es su juglar.
"El leopardo", la divisa de Ricardo Corazón de León.
I
¡Maldición! Todo nuestro ser apesta a paz.
¡Papiols, hijo de puta, ven y que suene la música!
Sólo vivo cuando oigo las espadas chocar,
Y cuando los pendones púrpuras o gualda
Se enfrentan y los campos se vuelven bermejos
Mi corazón aúlla, loco de alegría.
II
En el tórrido estío me estremezco de júbilo
Cuando la tempestad arrasa de la Tierra la estúpida paz
Y el relámpago cimbra en el cielo sombrío
Y rugen los truenos su magnífica música
Y los vientos se baten ululando entre nubes
Y resuenan las espadas de Dios en los cielos.
III
¡Quiera Satán que oigamos otra vez las espadas
Resonar y el relincho de gozosos corceles:
Y férreos pechos chocando entre sí en la batalla!
Mejor que todo un año de paz con banquetes,
Músicas y vino, una hora de lid.
¡No hay vino que iguale a la sangre escarlata!
IV
Me place ver el sol rojo sangre en el alba,
Contemplo sus lanzas rompiendo las sombras
Y mi alma se llena de un júbilo inmenso,
Mi boca exultante se colma de música
Al verlo retar a la paz, despreciarla,
Y su sólo poder oponerse a las sombras.
V
Quien teme a la guerra y desoye mi arenga
No tiene sangre roja en las venas.
Solo sabe pudrirse en la paz femenina
Lejos de donde el hierro choca y el valor impera;
La muerte de esos perros me llena de júbilo
Y el ámbito colmo con mi alegre música.
VI
¡Papiols, Papiols! ¡Venga música!
No hay sonido más dulce que el fragor de la espada
Ni grito que iguale al clamor del combate
Cuando codos y espaldas chorrean bermejos
Y nuestros hombres cargan contra los del "Leopardo".
¡A quien grite Paz el tormento eterno!
VII
¡Que la música de las espadas los vuelva bermejos!
¡Satán quiera que oigamos otra vez las espadas
Y acabe el Infierno con la "Paz" en la Tierra!
Ezra Pound, Antología poética, Buenos Aires, 1963.