MATEO XXV, 30
El primer puente de Constitución y a mis pies
fragor de trenes que tejían laberintos de hierro.
Humo y silbatos escalaban la noche,
que de golpe fue el Juicio Universal. Desde el invisible horizonte
y desde el centro de mi ser, una voz infinita
dijo estas cosas (estas cosas, no estas palabras,
que son mi pobre traducción temporal de una sola palabra):
—estrellas, pan, bibliotecas orientales y occidentales,
naipes, tableros de ajedrez, galerías, claraboyas y sótanos,
un cuerpo humano para andar por la tierra,
uñas que crecen en la noche, en la muerte,
sombra que olvida, atareados espejos que multiplican,
declives de música, la más dócil de las formas del tiempo,
fronteras de Brasil y del Uruguay, caballos y mañanas,
una pesa de bronce y un ejemplar de la Saga de Grettir,
álgebra y fuego, la carga de Junín en tu sangre,
días más populosos que Balzac, el olor de la madreselva,
amor y víspera de amor y recuerdos intolerables,
el sueño como un tesoro enterrado, el dadivoso azar
y la memoria, que el hombre no mira sin vértigo,
todo eso fue dado, y también
el antiguo alimento de los héroes:
la falsía, la derrota, la humillación.
En vano te hemos prodigado el océano;
en vano el sol, que vieron los maravillados ojos de Whitman;
has gastado los años y te han gastado,
y todavía no has escrito el poema.
El otro, el mismo (1964)
MATTHIEU XXV:30
Le premier pont de Constitución et à mes pieds
Le fracas des trains tissant des labyrinthes de fer.
La fumée et les sifflets escaladaient la nuit
Qui devint tout à coup le Jugement Universel. Depuis l’invisible horizon
Et depuis le centre de mon être, une voix infime
Dit ces choses (ces choses, non ces paroles
Qui sont ma pauvre traduction temporelle d’une seule parole):
Étoiles, pain, bibliothèques orientales et occidentales,
Cartes, échiquiers, galeries, lucarnes et caves,
Un corps humain pour circuler sur terre,
Dos ongles qui poussent dans la nuit, dans la mort,
Ombre qui oublie, miroirs affairés qui multiplient,
Pentes de la musique, la plus docile des formes du temps,
Frontières du Brésil et de l’Uruguay, chevaux et matins,
Un poids de bronze et un exemplaire de la Saga de Grettir,
Algèbre et feu, la charge de Junín dans ton sang,
Jours plus peuplés que Balzac, odeur du chèvrefeuille,
Amour et veille de l’amour et souvenirs intolérables,
Le sommeil comme un trésor enterré, le hasard et ses largesses,
Et la mémoire, que l’homme ne peut regarder sans vertige,
Tout cela te fut donné et aussi
L’ancien aliment des héros:
La fausseté, la défaite, l’humiliation.
En vain nous t’avons prodigué l’océan,
En vain le soleil, que virent, émerveillés, les yeux de Whitman:
Tu as gaspillé les ans et on t’a gaspillé
Et tu n’as pas encore écrit le poème.
Traduction de VICTORIA OCAMPO
Revista Sur nº 338. Buenos Aires, enero-diciembre de 1976.