YOUTH AND AGE
Verse, a breeze mid blossoms straying,
Where Hope clung feeding, like a bee—
Both were mine! Life went a-maying
With Nature, Hope, and Poesy,
When I was young!
When I was young?—Ah, woful When!
Ah! for the change 'twixt Now and Then!
This breathing house not built with hands,
This body that does me grievous wrong,
O'er aery cliffs and glittering sands,
How lightly then it flashed along:—
Like those trim skiffs, unknown of yore,
On winding lakes and rivers wide,
That ask no aid of sail or oar,
That fear no spite of wind or tide!
Nought cared this body for wind or weather
When Youth and I lived in't together.
Flowers are lovely; Love is flower-like;
Friendship is a sheltering tree;
O! the joys, that came down shower-like,
Of Friendship, Love, and Liberty,
Ere I was old!
Ere I was old? Ah woful Ere,
Which tells me, Youth's no longer here!
O Youth! for years so many and sweet,
'Tis known, that Thou and I were one,
I'll think it but a fond conceit—
It cannot be that Thou art gone!
Thy vesper-bell hath not yet toll'd:—
And thou wert aye a masker bold!
What strange disguise hast now put on,
To make believe, that thou are gone?
I see these locks in silvery slips,
This drooping gait, this altered size:
But Spring-tide blossoms on thy lips,
And tears take sunshine from thine eyes!
Life is but thought: so think I will
That Youth and I are house-mates still.
Dew-drops are the gems of morning,
But the tears of mournful eve!
Where no hope is, life's a warning
That only serves to make us grieve,
When we are old:
That only serves to make us grieve
With oft and tedious taking-leave,
Like some poor nigh-related guest,
That may not rudely be dismist;
Yet hath outstay'd his welcome while,
And tells the jest without the smile.
JUVENTUD Y VEJEZ
La poesía, y una brisa que erraba entre flores donde
la Esperanza, como una abeja, se demoraba y se nutría... ¡ambas fueron mías!
Para mí, la vida era una fiesta, con la Naturaleza, la Esperanza y el Arte,
cuando yo era joven.
¿Cuando yo era joven? ¡Ah, lamentable cuando! ¡Ah,
si pudiera cambiar el presente por el antaño! Esta morada que no fue construida
con las manos, este cuerpo que me hace sufrir tan cruelmente, ¡con qué ligereza
atravesaba antaño las altas cumbres y las rutilantes arenas! Como esos modernos
esquifes, otrora desconocidos, sobre los curvos lagos y los anchos ríos, que no
requieren ayuda de velas ni de remos, que no temen vientos ni mareas. Poco le
importaban a este cuerpo el viento o la tormenta, cuando en él convivíamos la
juventud y yo.
Hermosas son las flores; el amor es como las flores;
la amistad es como un árbol protector. ¡Oh los placeres de la Amistad, del
Amor, y de la Libertad, cómo llovían sobre mí, antes de mi vejez!
¿Antes de mi vejez? ¡Oh lamentable antes, que me
revela que la Juventud ya ha huido! ¡Oh juventud, sabido es que durante tantos
y tan dulces años tú y yo éramos una sola persona! Prefiero creer que es un
error; ¡no puede ser que te hayas ido! Aún no ha sonado para ti la víspera.
Realmente, eras una alegre enmascarada. ¿Qué nuevo disfraz has vestido, para
hacer creer que te has ido? Veo estos cabellos que caen en mechones plateados,
esta espalda encorvada, esta forma alterada; pero la primavera florece en tus
labios, y las lágrimas reflejan el sol de tu mirada. La vida es pensamiento;
pensaré entonces que la Juventud y yo todavía estamos reunidos.
Las gotas de rocío son las gemas de la mañana, pero
también son las lágrimas del melancólico atardecer. Donde no hay esperanza, la
vida es una admonición que sólo sirve para hacernos sufrir, cuando somos
viejos; que sólo sirve para hacernos sufrir con tediosos y repetidos adioses,
como un pobre pariente en una fiesta, que se ha quedado demasiado tiempo, pero
que no puede ser despedido de mal modo; y que trata de parecer alegre, pero ya
no puede reír.
Traducción de JUAN RODOLFO WILCOCK.