martes, 10 de marzo de 2020

Oscar Wilde y Fernando Maristany: Tres poemas

LA MER

Se arrastra entre los cables una neblina pálida;
Y en el cielo invernal una luna siniestra
Brilla, cual la anhelosa pupila de un león,
Entre la crin gigante de las nubes revueltas.

El piloto embozado, junto al timón, es solo
Sombra que en las tinieblas junto a otras sombras muévese,
Y en la escondida cámara, donde el motor respira,
Gesticulan las bielas de acero reluciente.

La espantosa borrasca sus huellas ha dejado
Sobre la vasta cúpula del mar casi en reposo;
Varias tenues hilachas de espuma amarillenta
Flotan sobre las olas como un encaje roto.

 *

A white mist drifts across the shrouds,
A wild moon in this wintry sky
Gleams like an angry lion’s eye
Out of a mane of tawny clouds.

The muffled steersman at the wheel
Is but a shadow in the gloom; –
And in the throbbing engine-room
Leap the long rods of polished steel.

The shattered storm has left its trace
Upon this huge and heaving dome,
For the thin threads of yellow foam
Float on the waves like ravelled lace.


LES BALLONS

Los globos luminosos y sutiles
Contra ese cielo de turquesa flotan
Como lunas de raso, se deslizan
Lo mismo que sedeñas mariposas;

Se elevan como raudos torbellinos,
Oscilan cual muchachas al polkar,
Flotan cual raras perlas transparentes
Y caen hechas polvo de cristal;

Ya dejan resbalar sus largas trenzas
Con gestos diferentes y fantásticos,
Ya se hallan como pétalos de rosa
A un tallo sutilísimo abrazados;

Ya bien se trepan a esos altos árboles
Como tenues esferas de amatista,
Como ópalos radiantes que en las ramas
Con sus rubís se hubiesen dado cita.

*

Against these turbid turquoise skies
The light and luminous balloons
Dip and drift like satin moons,
Drift like silken butterflies;

Reel with every windy gust,
Rise and reel like dancing girls,
Float like strange transparent pearls,
Fall and float like silver dust.

Now to the low leaves they cling,
Each with coy fantastic pose,
Each a petal of a rose
Straining at a gossamer string.

Then to the tall trees they climb,
Like thin globes of amethyst,
Wandering opals keeping tryst
With the rubies of the lime.


SEMANA SANTA EN GÉNOVA

Vago por el lejano retiro de Scoglietto.
Las naranjas cubiertas de escarcha el alba fría,
Queman cual áureas lámparas avergonzando al día.
Sacuden unos pájaros con su volar inquieto

La nieve de las flores. Destellan a mis pies
Los húmedos narcisos cual rica pedrería.
Las suaves olas curvas, que rayan la bahía,
Ríen al sol. La vida, Señor, ¡cuán bella es!...

La voz de un joven clérigo llega hasta mí, sonora:
«Ya el hijo de María ha muerto. Ven y llena
De flores perfumadas la tumba de Jesús»...

¡Oh Dios mío, oh Dios mío, esa helénica hora
De qué modo me había hecho olvidar tu pena:
Los Soldados, las Lanzas, la Corona y la Cruz!


WRITTEN IN HOLY WEEK AT GENOA

I wandered in Scoglietto’s far retreat,
The oranges on each o’erhanging spray
Burned as bright lamps of gold to shame the day;
Some startled bird with fluttering wings and fleet

Made snow of all the blossoms; at my feet
Like silver moons the pale narcissi lay:
And the curved waves that streaked the great, green bay
Laughed i’ the sun, and life seemed very sweet.

Outside the young boy-priest passed singing clear,
‘Jesus the son of Mary has been slain,
O come and fill his sepulchre with flowers.’

Ah, God! Ah, God! those dear Hellenic hours
Had drowned all memory of Thy bitter pain,
The Cross, the Crown, the Soldiers and the Spear.