LA MER
Se arrastra
entre los cables una neblina pálida;
Y en el cielo invernal
una luna siniestra
Brilla, cual la anhelosa
pupila de un león,
Entre la crin gigante
de las nubes revueltas.
El piloto embozado,
junto al timón, es solo
Sombra que en las
tinieblas junto a otras sombras muévese,
Y en la escondida
cámara, donde el motor respira,
Gesticulan las bielas
de acero reluciente.
La espantosa
borrasca sus huellas ha dejado
Sobre la vasta cúpula
del mar casi en reposo;
Varias tenues hilachas
de espuma amarillenta
Flotan sobre las
olas como un encaje roto.
*
A white mist drifts across the shrouds,
A wild moon in this wintry sky
Gleams like an angry lion’s eye
Out of a mane of tawny clouds.
The muffled steersman at the wheel
Is but a shadow in the gloom; –
And in the throbbing engine-room
Leap the long rods of polished steel.
The shattered storm has left its trace
Upon this huge and heaving dome,
For the thin threads of yellow foam
Float on the waves like ravelled lace.
LES BALLONS
Los globos
luminosos y sutiles
Contra ese cielo
de turquesa flotan
Como lunas de raso,
se deslizan
Lo mismo que sedeñas
mariposas;
Se elevan como raudos
torbellinos,
Oscilan cual muchachas
al polkar,
Flotan cual
raras perlas transparentes
Y caen hechas polvo
de cristal;
Ya dejan resbalar
sus largas trenzas
Con gestos diferentes
y fantásticos,
Ya se hallan como
pétalos de rosa
A un tallo sutilísimo
abrazados;
Ya bien se
trepan a esos altos árboles
Como tenues esferas
de amatista,
Como ópalos
radiantes que en las ramas
Con sus rubís se
hubiesen dado cita.
*
Against these turbid turquoise skies
The light and luminous balloons
Dip and drift like satin moons,
Drift like silken butterflies;
Reel with every windy gust,
Rise and reel like dancing girls,
Float like strange transparent pearls,
Fall and float like silver dust.
Now to the low leaves they cling,
Each with coy fantastic pose,
Each a petal of a rose
Straining at a gossamer string.
Then to the tall trees they climb,
Like thin globes of amethyst,
Wandering opals keeping tryst
With the rubies of the lime.
SEMANA SANTA EN
GÉNOVA
Vago por el lejano
retiro de Scoglietto.
Las naranjas
cubiertas de escarcha el alba fría,
Queman cual áureas
lámparas avergonzando al día.
Sacuden unos pájaros
con su volar inquieto
La nieve de las
flores. Destellan a mis pies
Los húmedos narcisos
cual rica pedrería.
Las suaves olas curvas,
que rayan la bahía,
Ríen al sol. La vida,
Señor, ¡cuán bella es!...
La voz de un joven
clérigo llega hasta mí, sonora:
«Ya el hijo de
María ha muerto. Ven y llena
De flores perfumadas
la tumba de Jesús»...
¡Oh Dios mío, oh
Dios mío, esa helénica hora
De qué modo me había
hecho olvidar tu pena:
Los Soldados, las
Lanzas, la Corona y la Cruz!
WRITTEN IN HOLY WEEK AT GENOA
I wandered in Scoglietto’s far retreat,
The oranges on each o’erhanging spray
Burned as bright lamps of gold to shame the day;
Some startled bird with fluttering wings and fleet
Made snow of all the blossoms; at my feet
Like silver moons the pale narcissi lay:
And the curved waves that streaked the great, green
bay
Laughed i’ the sun, and life seemed very sweet.
Outside the young boy-priest passed singing clear,
‘Jesus the son of Mary has been slain,
O come and fill his sepulchre with flowers.’
Ah, God! Ah, God! those dear Hellenic hours
Had drowned all memory of Thy bitter pain,
The Cross, the Crown, the Soldiers and the Spear.