HENRY PURCELL
The poet wishes well to the divine
genius of Purcell and praises him that, whereas other musicians have given
utterance to the moods of man’s mind, he has, beyond that, uttered in notes the
very make and species of man as created both in him and in all men generally.
HAVE, fair fallen, O fair, fair have
fallen, so dear
To me, so arch-especial a spirit as
heaves in Henry Purcell,
An age is now since passed, since
parted; with the reversal
Of the outward sentence low lays him,
listed to a heresy, here.
Not mood in him nor meaning, proud fire
or sacred fear,
Or love or pity or all that sweet notes
not his might nursle:
It is the forgèd feature finds me; it is
the rehearsal
Of own, of abrupt self there so thrusts
on, so throngs the ear.
Let him Oh! with his air of angels then
lift me, lay me! only I’ll
Have an eye to the sakes of him, quaint
moonmarks, to his pelted plumage under
Wings: so some great stormfowl, whenever
he has walked his while
The thunder-purple seabeach plumèd
purple-of-thunder,
If a wuthering of his palmy snow-pinions
scatter a colossal smile
Off him, but meaning motion fans fresh
our wits with wonder.
Oxford, April
1879.
HENRY PURCELL
El poeta desea ventura al divino genio
de Purcell y lo alaba porque, mientras otros músicos han dado expresión a los
estados del alma humana, él fue más allá para enunciar en notas la hechura y
especie misma del hombre tal como se creó en él y en todos los hombres en
general.
Dulce bien haya, oh dulce, dulce bien
haya, tan amado
De mí, tan especial espíritu como
alienta en Henry Purcell,
Una edad hace ya cuya partida; con la
revocación
De la sentencia externa que lo abaja,
enlistado en herejía, aquí.
No es en él sentimiento ni intención,
soberbio fuego o pavor sagrado,
O amor, o piedad, o todo lo que melodías
no suyas pudieran nutrir:
Es la facción forjada que me encuentra;
es el ejercicio
Del propio, el abrupto ser ahí que así
arremete, así abarrota el oído.
¡Venga pues y con su aire de ángeles me
eleve, me derribe! pero yo
Detendré la mirada en sus mores,
prístinas marcas lunares, en su plumaje
moteado bajo
Las alas: así alguna gran ave de
tormenta, cuando ha caminado a su gusto
La tonante púrpura ribera, plumada púrpura-de-trueno,
Si en clamor sus níveas alas triunfales
desparraman una sonrisa colosal,
Mas la intención de movimiento abanica
de asombro los sentidos.