Enrique Díez Canedo nos ha dejado versiones de poemas franceses de una notable musicalidad.
Hemos elegido, para recordarlo, uno de los mejores poemas de Marceline Desbordes-Valmore.
Les roses de Saadi
J'ai voulu ce matin te rapporter des roses ;
Mais j'en avais tant pris dans mes ceintures closes
Que les noeuds trop serrés n'ont pu les contenir.
Les noeuds ont éclaté. Les roses envolées
Dans le vent, à la mer s'en sont toutes allées.
Elles ont suivi l'eau pour ne plus revenir ;
La vague en a paru rouge et comme enflammée.
Ce soir, ma robe encore en est tout embaumée...
Respires-en sur moi l'odorant souvenir.
Las rosas de Saadi
Esta mañana quise traerte rosas, rosas.
Mis fajas no pudieron ceñirlas, y abundosas
Derramáronse, tantas eran las que cogí.
Se rompieron los nudos y las rosas volaron
Por el viento a la mar, y allí se dispersaron.
Derivar en el agua y alejarse las vi.
Todo el mar parecía rojo, como encendido.
Pero esta noche aún guarda su aroma mi vestido:
Respira el perfumado recuerdo sobre mí.
J'ai voulu ce matin te rapporter des roses ;
Mais j'en avais tant pris dans mes ceintures closes
Que les noeuds trop serrés n'ont pu les contenir.
Les noeuds ont éclaté. Les roses envolées
Dans le vent, à la mer s'en sont toutes allées.
Elles ont suivi l'eau pour ne plus revenir ;
La vague en a paru rouge et comme enflammée.
Ce soir, ma robe encore en est tout embaumée...
Respires-en sur moi l'odorant souvenir.
Las rosas de Saadi
Esta mañana quise traerte rosas, rosas.
Mis fajas no pudieron ceñirlas, y abundosas
Derramáronse, tantas eran las que cogí.
Se rompieron los nudos y las rosas volaron
Por el viento a la mar, y allí se dispersaron.
Derivar en el agua y alejarse las vi.
Todo el mar parecía rojo, como encendido.
Pero esta noche aún guarda su aroma mi vestido:
Respira el perfumado recuerdo sobre mí.
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