lunes, 31 de julio de 2017

Ovidio y Pedro Sánchez de Viana: El rapto de Proserpina

EL RAPTO DE PROSERPINA
Metamorfosis, Libro V, 362-437

»Estaba bien seguro el fundamento
Siciliano, y nada se caía,
A causa de lo cual quedó contento,
Siendo imposible ya lo que temía.
Paseando se iba con intento
De dar de mano a su melancolía,
De su monte Ericina le ha mirado,
Y al hijo volador así ha rogado:

«Mis armas y mis mañas, hijo mío,
Mi gran poder, dulcísimo Cupido,
Conviene que el que tiene el señorío
Por suerte del Infierno, vaya herido
Con flecha, de tan alto poderío
Que tal valor al tuyo esté rendido.
A ti se humillan todos los mortales,
Tú domas a los altos inmortales.

»A1 sumo Jove vences soberano,
Y tienes sujetado a cautiverio
Al que gobierna tierra y mar insano.
¿Pues hay en el Infierno más misterio?
¿Por qué no empleas tu invencible mano
Acrecentando de ambos el imperio?
¿Por qué no van tus llamas al profundo,
Pues es tercera parte de este mundo?

»Y aun hágote saber que allá en el cielo
Hay quien estima en poco nuestro mando.
¿No ves cuán libre es Palas, que me duelo
De estarlo, amado hijo, imaginando;
Y cómo descuidada acá en el suelo
Diana está de ser de nuestro bando?
Y digo que si tú lo consintieres,
Virgen será la hija de la Ceres.

»En la esperanza misma confiada
Pretende virgen ser a tu despecho,
Mas si reinar conmigo no te enfada
Anúdala a su tío en lazo estrecho.
De decir acabó, cuando él, tomada
Su aljaba, escogió para tal hecho,
Entre mil viras una más certera,
Más justa al arco, más aguda y fiera.

»Con la rodilla flecha el duro cuerno
Y enclava el corazón, hasta allí exento,
Del dios Plutón, que rige el negro infierno
De penas rico y pobre de contento.
Cabe el fogoso Etna y su gobierno
Está Pergusa un lago, do el concento
De cisnes se frecuenta de manera
Que no oye más Caístro en su ribera.

»Cercada el agua está de una floresta
Contino verde, tal que los calores
Del Sol, en el mayor ardor y siesta,
Como con velo quita y nacen flores.
En el húmedo suelo, do está puesta
Frescura y variedad de mil colores,
Verano es siempre allí; no faltan hora
De aquel fresco lugar Favonio y Flora.

»A do mientra Prosérpina pasea
Con sus iguales llenas de alegría,
Y cortando violetas se recrea
O blancas azucenas, y cogía
Con tanta priesa, que vencer desea
Las otras, y el regazo y seno hinchía,
La vio Plutón, y en ese mismo instante
La amó y robó, salió tan fino amante.

»La Diosa, muy turbada, con tristeza
Su madre y compañía a voces llama,
Mas a la madre más, y luego empieza
A desgarrarse toda, llora y clama.
Caíansela las rosas, y simpleza
Había tan grande en esta moza dama,
Que con se ver del arte que se vía,
De las caídas flores se dolía.

»Subió en su coche el robador amante;
Tomó las riendas llenas de herrumbre;
A los caballos manda que al instante
Se partan con más priesa que es costumbre.
Por los estanques altos de quemante
Sulfúrea agua tanto como lumbre
De los Pálicos [1] parte, y por do fueron
La gente que de Bachis [2] descendieron.

»Cabe Aretusa en Pisa está cercado
De un mar angosto un lago, do vivía
Cíanes, una Ninfa, de extremado
Semblante, entre las otras que allí había.
El estanque su nombre había tomado
De su señora, que saliendo vía
Venir el nuevo amante con la diosa,
La cual conoce y siente va penosa.

«No pasaréis de aquí, que no conviene
(Les dice) que de Ceres te hagas yerno,
Contra su voluntad, y quien te tiene
Robado el corazón y vuelto tierno,
Debía venir rogada, y no cual viene
A ser por fuerza reina del Infierno;
Mas conforme al amor señor obraras,
Si en trueco de robarla la rogaras.

»Porque si comparar pequeñas cosas
Con grandes me es agora concedido,
Entre las otras Ninfas muy hermosas
Anapo por su dama me ha elegido.
Y oídas sus razones amorosas,
Le escogí por amante y por marido,
Y me casé con él regocijada,
Y no como Prosérpina espantada.»

»Estorba con los brazos el camino
Diciendo aquesto Cíane al momento.
No pudo más sufrir el Saturnino,
Mas antes con terrible movimiento,
Por medio de las aguas le convino
(Movido con su cetro el bajo asiento)
Abrir la tierra, por la cual adentro
Su carro y sus caballos baja al centro.

»Quedó tan triste Cíane y corrida
De ver que va Prosérpina robada
Y que en su sacra fuente no fue oída,
Mas antes de Plutón fue profanada,
Que sin querer consuelo, derretida
En lágrimas, fue en agua transformada.
Pudieras ver sus miembros ablandarse,
Los huesos, antes yertos ya doblarse.

»Las uñas su dureza habían dejado,
Y en agua se convierte de repente
Lo que en su cuerpo era más delgado,
Los dedos, piernas, pies, cabello, frente.
Porque los miembros chicos han tomado
Aquella nueva forma fácilmente.
Después los hombros, pechos y los lados
En ríos se transforman delicados.

»En conclusión, tan dura fue su pena,
Que breve tiempo pudo transformarla,
De suerte que estragada cada vena
Quedó sin sangre, y a querer palparla,
Estando ya de vida y cuerpo ajena,
Fuera imposible cosa, ni mostrarla
En el licor en que se convertía
Que mezclado a su fuente ya se había.

Notas de la edición de 1887.
NOTA 1: Los Pálicos eran dos hermanos gemelos, hijos de Júpiter y de la ninfa Thalía. Dieron su nombre al pueblo de Pálica y al lago inmediato, cuyas sulfurosas aguas estaban siempre hirviendo.
NOTA 2: Las Bachiadas eran una familia corintia, originaria de Bachis, rey de Corinto, o de Bacchia, hija de Baco. Desterradas de Corinto, fueron a Sicilia, donde fundaron la ciudad de Siracusa.


Postquam exploratum satis est loca nulla labare
depositoque metu, uidet hunc Erycina uagantem
monte suo residens natumque amplexa uolucrem
“ arma manusque meae, mea, nate, potentia ”, dixit,
“ illa, quibus superas omnes, cape tela, Cupido,
inque dei pectus celeres molire sagittas,
cui triplicis cessit fortuna nouissima regni.
Tu superos ipsumque Iouem, tu numina ponti
uicta domas ipsumque, regit qui numina ponti ;
Tartara quid cessant ? Cur non matrisque tuumque
imperium profers ? Agitur pars tertia mundi.
Et tamen in caelo, quae iam patientia nostra est,
spernimur, ac mecum uires minuuntur Amoris.
Pallada nonne uides iaculatricemque Dianam
abscessisse mihi ? Cereris quoque filia uirgo,
si patiemur, erit ; nam spes adfectat easdem.
At tu pro socio, si qua est ea gratia, regno
iunge deam patruo ”. Dixit Venus ; ille pharetram
soluit et arbitrio matris de mille sagittis
unam seposuit, sed qua nec acutior ulla
nec minus incerta est nec quae magis audiat arcum ;
oppositoque genu curuauit flexile cornum
inque cor hamata percussit harundine Ditem.
Haud procul Hennaeis lacus est a moenibus altae,
nomine Pergus, aquae ; non illo plura Caystros
carmina cycnorum labentibus audit in undis.
Silua coronat aquas cingens latus omne suisque
frondibus ut uelo Phoebeos submouet ignes.
Frigora dant rami, Tyrios humus umida flores ;
perpetuum uer est. Quo dum Proserpina luco
ludit et aut uiolas aut candida lilia carpit,
dumque puellari studio calathosque sinumque
inplet et aequales certat superare legendo,
paene simul uisa est dilectaque raptaque Diti ;
usque adeo est properatus amor. Dea territa maesto
et matrem et comites, sed matrem saepius, ore
clamat ; et, ut summa uestem laniarat ab ora,
collecti flores tunicis cecidere remissis ;
tantaque simplicitas puerilibus adfuit annis,
haec quoque uirgineum mouit iactura dolorem.
Raptor agit currus et nomine quemque uocando
exhortatur equos, quorum per colla iubasque
excutit obscura tinctas ferrugine habenas ;
perque lacus altos et olentia sulphure fertur
stagna Palicorum rupta feruentia terra
et qua Bacchiadae, bimari gens orta Corintho,
inter inaequales posuerunt moenia portus.
Est medium Cyanes et Pisaeae Arethusae,
quod coit angustis inclusum cornibus aequor.
Hic fuit, a cuius stagnum quoque nomine dictum est,
inter Sicelidas Cyane celeberrima nymphas.
Gurgite quae medio summa tenus exstitit aluo
adgnouitque deam : “ nec longius ibitis ! ” inquit ;
“ non potes inuitae Cereris gener esse ; roganda,
non rapienda fuit. Quodsi conponere magnis
parua mihi fas est, et me dilexit Anapis ;
exorata tamen, nec, ut haec, exterrita nupsi ”.
Dixit et in partes diuersas bracchia tendens
obstitit. Haud ultra tenuit Saturnius iram,
terribilesque hortatus equos in gurgitis ima
contortum ualido sceptrum regale lacerto
condidit ; icta uiam tellus in Tartara fecit
et pronos currus medio cratere recepit.
At Cyane, raptamque deam contemptaque fontis
iura sui maerens, inconsolabile uulnus
mente gerit tacita lacrimisque absumitur omnis
et, quarum fuerat magnum modo numen, in illas
extenuatur aquas. Molliri membra uideres,
ossa pati flexus, ungues posuisse rigorem ;
primaque de tota tenuissima quaeque liquescunt,
caerulei crines digitique et crura pedesque ;
nam breuis in gelidas membris exilibus undas
transitus est ; post haec umeri tergusque latusque
pectoraque in tenues abeunt euanida riuos ;
denique pro uiuo uitiatas sanguine uenas
lympha subit, restatque nihil, quod prendere possis.