TO THE CUCKOO
O blithe New-comer! I have heard,
I hear thee and rejoice.
O Cuckoo! Shall I call thee Bird,
Or but a wandering Voice?
While I am lying on the grass
Thy twofold shout I hear;
From hill to hill it seems to pass,
At once far off, and near.
Though babbling only to the Vale
Of sunshine and of flowers,
Thou bringest unto me a tale
Of visionary hours.
Thrice welcome, darling of the Spring!
Even yet thou art to me
No bird, but an invisible thing,
A voice, a mystery;
The same whom in my school-boy days
I listened to; that Cry
Which made me look a thousand ways
In bush, and tree, and sky.
To seek thee did I often rove
Through woods and on the green;
And thou wert still a hope, a love;
Still longed for, never seen.
And I can listen to thee yet;
Can lie upon the plain
And listen, till I do beget
That golden time again.
O blessèd Bird! The earth we pace
Again appears to be
An unsubstantial, faery place;
That is fit home for Thee!
AL CUCO
¡Ledo huésped reciente! Tu eco escucho
de nuevo, y me alborozo.
¡Oh cuco! ¿He de llamarte también
pájaro,
o errante voz tan sólo?
Mientras tendido estoy sobre la hierba,
tu doble grito oigo,
de colina en colina resbalando,
cerca a un tiempo y remoto.
Aunque es tu charla nada más al valle,
y a las flores y al sol,
a mí me trae una leyenda de horas
en mágica visión.
¡Tres veces bien venido, vernal
príncipe!
¡Mas, para mí, tú no
eres ave: invisible cosa eres,
un misterio, una voz!
La misma que en mis días escolares
escuchaba; ¡aquel grito
que me hizo aquí y allá tornar los ojos
por fronda, cielo, espino!
Vagué a menudo, atravesé en tu busca
bosques y praderíos;
mas tú eras siempre una esperanza, un
sueño
deseado, nunca visto...
Y aún escucharle puedo, y acostarme
sobre el llano, y oír,
oírte hasta crear de nuevo aquella
dorada edad en mí.
¡Oh ave santa! ¡La tierra que pisamos
nuevamente es así
obra de un hada, inmaterial paraje,
hogar propio de ti!
Traducción de
LEOPOLDO MARÍA PANERO.