NOTAS DESDE MI CABAÑA DE MONJE
Sin cesar fluye el río, pero el agua nunca es la misma; la espuma que flota en los remansos desaparece y se vuelve a formar, pero no dura nunca mucho tiempo. Así son, en este mundo, los hombres y sus moradas.
En la capital
pavimentada de piedras preciosas,
las casas de los grandes y de los humildes, cuyos techos se tocan rivalizando
en altura, parecen mantenerse de generación en generación; pero cuando
examinamos si realmente es así, descubrimos que pocas son las casas antiguas.
Algunas, destruidas por el fuego el año pasado, han sido reconstruidas este
año; otras, que fueron grandes residencias, se desmoronaron y fueron
reemplazadas por casas más pequeñas. Lo mismo ocurre con quienes viven en
ellas. En cualquier lugar de la ciudad hay siempre mucha gente, pero de veinte
o treinta personas que conocimos antaño sólo sobreviven dos o tres. Algunos
mueren por la noche, otros nacen por la mañana. Tales son las personas de este
mundo: como las burbujas sobre el agua.
¿Quién puede
saber de dónde vienen y a dónde van esos hombres que nacen y mueren? ¿Quién
puede saber por qué se empeñan en construir sus casas pasajeras y por qué las
embellecen para sus ojos? Dueño y morada compiten en fugacidad. Ambos son como
el rocío que cubre la flor de la enredadera. A veces el rocío cae y la flor
permanece, pero sólo para marchitarse con el sol matutino. A veces la flor se
marchita y el rocío perdura, pero sólo para desaparecer antes de que caiga la
tarde.
Traducción de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
Notas desde mi cabaña de monje - Kamo no Chōmei
EDLM, primera edición en epub, mayo de 2013.
Notas desde mi cabaña de monje - Kamo no Chōmei
EDLM, primera edición en epub, mayo de 2013.