martes, 15 de mayo de 2018

John Donne y Octavio Paz: El aniversario

THE ANNIVERSARY
                                               
All Kings, and all their favourites,
All glory of honours, beauties, wits,
The sun itself, which makes times, as they pass,
Is elder by a year now than it was
When thou and I first one another saw:
All other things to their destruction draw,
Only our love hath no decay;
This no tomorrow hath, nor yesterday,
Running it never runs from us away,
But truly keeps his first, last, everlasting day.

Two graves must hide thine and my corse;
If one might, death were no divorce.
Alas, as well as other Princes, we
(Who Prince enough in one another be)
Must leave at last in death these eyes and ears,
Oft fed with true oaths, and with sweet salt tears;
But souls where nothing dwells but love
(All other thoughts being inmates) then shall prove
This, or a love increasèd there above,
When bodies to their graves, souls from their graves remove.

And then we shall be throughly blessed;
 But we no more than all the rest.
 Here upon earth we’re Kings, and none but we
 Can be such Kings, nor of such subjects be;
 Who is so safe as we? where none can do
 Treason to us, except one of us two.
 True and false fears let us refrain,
 Let us love nobly, and live, and add again
 Years and years unto years, till we attain
To write threescore: this is the second of our reign.


EL ANIVERSARIO

Todos los reyes, todos sus privados,
Famas, ingenios, glorias, hermosuras,
Y el sol que marca el paso mientras pasan,
Son un año más viejos que hace un año
Cuando nos vimos por la vez primera.
Todas las cosas van hacia su muerte
Y sólo nuestro amor no se doblega.
No tuvo ayer y no tendrá mañana;
Inmóvil, gira; corre y no se mueve;
Ni acaba ni principia, fijo día.

La muerte es muerte porque nos separa:
Dos tumbas nos esperan. Ay, nosotros
—Uno del otro rey y de sí mismo—
Como los otros reyes estos ojos
Tenemos que dejar y estos oídos:
Con ellos nos oímos y nos vimos.
Pero las almas que el amor inspira
—Son huéspedes de paso otros desvelos—
Han de probar, por la altura aspiradas,
Que las tumbas del cuerpo rompe el ánima.

Allá seremos bienaventurados,
Allá seremos —aunque no seamos:
Aquí, sobre la tierra, mientras somos,
De nosotros los reyes y los súbditos
Somos. ¿Hay reino más seguro? Nadie,
Si no es nosotros, puede conquistarlo.
Detén tu llanto, falso o verdadero:
Amémonos, vivamos y sumemos
Año tras año al año de los años.
Dicho en el año dos de nuestro reino.
Traducción de OCTAVIO PAZ.
Versiones y diversiones, México, 1973.