miércoles, 1 de agosto de 2012

T. S. Eliot y José Emilio Pacheco



FOUR QUARTETS
I


Time present and time past
Are both perhaps present in time future
And time future contained in time past.
If all time is eternally present
All time is unredeemable.
What might have been is an abstraction
Remaining a perpetual possibility
Only in a world of speculation.
What might have been and what has been
Point to one end, which is always present.
Footfalls echo in the memory
Down the passage which we did not take
Towards the door we never opened
Into the rose-garden. My words echo
Thus, in your mind.
But to what purpose
Disturbing the dust on a bowl of rose-leaves
I do not know.
Other echoes
Inhabit the garden. Shall we follow?
Quick, said the bird, find them, find them,
Round the corner. Through the first gate,
Into our first world, shall we follow
The deception of the thrush? Into our first world.
There they were, dignified, invisible,
Moving without pressure, over the dead leaves,
In the autumn heat, through the vibrant air,
And the bird called, in response to
The unheard music hidden in the shrubbery,
And the unseen eyebeam crossed, for the roses
Had the look of flowers that are looked at.
There they were as our guests, accepted and accepting.
So we moved, and they, in a formal pattern,
Along the empty alley, into the box circle,
To look down into the drained pool.
Dry the pool, dry concrete, brown edged,
And the pool was filled with water out of sunlight,
And the lotos rose, quietly, quietly,
The surface glittered out of heart of light,
And they were behind us, reflected in the pool.
Then a cloud passed, and the pool was empty.
Go, said the bird, for the leaves were full of children,
Hidden excitedly, containing laughter.
Go, go, go, said the bird: human kind
Cannot bear very much reality.
Time past and time future
What might have been and what has been
Point to one end, which is always present.


T S ELIOT




CUATRO CUARTETOS
I


El tiempo presente y el tiempo pasado

Acaso estén presentes en el tiempo futuro

Y tal vez al futuro lo contenga el pasado.

Si todo tiempo es un presente eterno

Todo tiempo es irredimible.

Lo que pudo haber sido es una abstracción

Que sigue siendo perpetua posibilidad

Sólo en un mundo de especulaciones.

Lo que pudo haber sido y lo que ha sido

Tienden a un solo fin, presente siempre.

Eco de pisadas en la memoria,

Van por el corredor que no seguimos

Hacia la puerta que no llegamos nunca a abrir

Y da al jardín de rosas. Así en tu mente

Resuenan mis palabras.

Pero no sé

Con cuál objeto perturbamos el polvo

Que vela el cuenco en donde están los pétalos

De rosa.

Y otros ecos

Habitan el jardín. ¿Vamos tras ellos?

De prisa, dijo el pájaro: encuéntralos, encuéntralos,

Al dar vuelta a la esquina, tras la primera puerta,

En nuestro primer mundo. ¿Vamos en pos

Del engaño del tordo? En nuestro primer mundo.

Allí estaban, solemnes, invisibles;

Se movían sin premura sobre las hojas muertas,

Bajo el calor de otoño, en el aire vibrante.

Y el pájaro silbó en contestación

A la inaudible música oculta entre las plantas

Y el destello de una mirada no vista cruzó el espacio.

Porque las rosas tenían aspecto de flores contempladas.

Eran como nuestros huéspedes, aceptados y aceptantes.

Así pues, avanzamos, y ellos, en procesión formal,

Caminaron también por el desierto sendero

Hasta llegar a la rotonda con el seto de arbustos.

Y miraron entonces el estanque drenado.

Seco el estanque, seco el concreto, pardos los bordes.

Y se llenó el estanque de agua solar,

En silencio, en silencio se alzaron lotos,

La superficie brilló desde el corazón de la luz

Y ellos quedaron tras nosotros reflejándose en el estanque.

Luego pasó una nube y se vació el estanque.

Váyanse, dijo el pájaro, porque las frondas estaban llenas de niños

Que alegremente se ocultaban y contenían la risa.

Váyanse, váyanse, dijo el pájaro: el género humano

No puede soportar tanta realidad.

El tiempo pasado y el tiempo futuro,

Lo que pudo haber sido y lo que ha sido

Tienden a un solo fin, presente siempre.


JOSÉ EMILIO PACHECO