sábado, 15 de octubre de 2016

Shakespeare, Silvina Ocampo y Juan Rodolfo Wilcock: Tres sonetos

De la vida de William Shakespeare sólo conocemos algunos datos que figuran en las crónicas de su tiempo; los otros fueron sugeridos por sus obras, o inventados. Sin descanso se han discutido la cultura, la identidad y las obras de Shakespeare: todos estos elementos dispares podrían formar varias vidas de poetas y podrían también negar la única y secreta del que las inspiró. Se ha dicho que Shakespeare no era Shakespeare sino Bacon. Se supone que fue educado en una escuela de Stratford y que a los trece años (Bacon tenía la misma edad en esa época) fue a Cambridge. En 1594 Shakespeare era miembro de una compañía de actores, que representó sus obras. Después de la publicación de muchas de sus tragedias, en 1593 y 1594 dio a la imprenta los poemas Venus y Adonis y Lucrece, dedicados ambos a Henry Wriothesley, conde de Southampton. Escribió los sonetos entre 1593 y 1596; los últimos en 1600. ¿A quién los dedicó? Existen dos teorías: una sostiene que el W. H. de la dedicatoria es William Herbert, conde de Pembroke; la otra, que es el conde de Southampton. Se ha supuesto que "la dama morena" que figura en ellos era una dama de honor, Mary Fitton, pero nada prueba la veracidad de la hipótesis. Estos sonetos no tienen la forma italiana: no repiten en la segunda estrofa las rimas de la primera.

Shakespeare, que en sus obras de teatro se ha burlado de los sonetos y de los sonetistas, legó el conjunto de sonetos de amor más famoso en la historia de la literatura. Los amantes no necesitarían, ni en sus epístolas, ni en sus coloquios, inventar otras frases. Como las cartas de amor que al quemarse, con un vuelo anaranjado y negro, se convierten en mariposas, dragones, demonios o ángeles, por efecto del fuego, en nuestra mente flota y se eleva, en un proceso renovado, el recuerdo candente de estos versos. Quisiéramos retenerlos y no se dejan captar. Quisiéramos traducirlos y son, tal vez, intraducibles. No parecen escritos con palabras sino con llamas; el dolor no los apaga, los ilumina; la confusión no los empaña, los embellece; la pasión no los destruye, los eleva.

Poetas líricos en lengua inglesa. Buenos Aires, Clásicos Jackson, 1949.


SONNET XIX

Devouring Time, blunt thou the lion's paws,
And make the earth devour her own sweet brood;
Pluck the keen teeth from the fierce tiger's jaws,
And burn the long-lived phoenix in her blood;

Make glad and sorry seasons as thou fleet'st,
And do whate'er thou wilt, swift-footed Time,
To the wide world and all her fading sweets;
But I forbid thee one most heinous crime:

O! carve not with thy hours my love's fair brow,
Nor draw no lines there with thine antique pen;
Him in thy course untainted do allow
For beauty's pattern to succeeding men.

Yet, do thy worst old Time: despite thy wrong,
My love shall in my verse ever live young.

Roe las garras del león, Tiempo devorador, y haz que la tierra se alimente de su propia progenie amada; arranca de las mandíbulas del tigre feroz los afilados dientes, y quema en su propia sangre al fénix perdurable; alegra y entristece las estaciones en tu huida; haz todo lo que quieras, Tiempo de alados pies, con el vasto mundo y sus efímeras dulzuras; tan sólo un crimen te prohíbo, el más odioso: ¡oh, nunca surques con tus horas el hermoso rostro de mi amor, ni con tu antigua pluma traces tus líneas sobre su frente! Sigue tu curso, y déjalo inmaculado, como ejemplo de belleza para los hombres venideros.
Y sin embargo, vetusto Tiempo, aunque ejercieras sobre él todas tus crueldades, mi amor viviría siempre joven en mis versos.


SONNET LV

Not marble, nor the gilded monuments
Of princes, shall outlive this powerful rhyme;
But you shall shine more bright in these contents
Than unswept stone, besmear'd with sluttish time.

When wasteful war shall statues overturn,
And broils root out the work of masonry,
Nor Mars his sword, nor war's quick fire shall burn
The living record of your memory.

'Gainst death, and all oblivious enmity
Shall you pace forth; your praise shall still find room
Even in the eyes of all posterity
That wear this world out to the ending doom.

So, till the judgment that yourself arise,
You live in this, and dwell in lovers' eyes.

Ni el mármol, ni los dorados monumentos de los príncipes, sobrevivirán a esta rima poderosa; y tú resplandecerás en ella con más brillo que la piedra barrida por las manchas del tiempo. Cuando la guerra destructora derrumbe las estatuas; cuando las luchas arranquen de raíz las obras de la arquitectura, ni Marte, ni su espada, ni el incendio violento de la batalla destruirán el viviente registro de tu memoria.
Siempre avanzando, a pesar de la muerte y los amnésicos odios, tu elogio persistirá ante los ojos de toda posteridad que habite en este mundo, hasta el día del juicio final.
Sí; hasta el instante de erguirte ante el juicio definitivo, vivirás en estos versos, y perdurarás ante los ojos de los amantes.


SONNET LXXVI

Why is my verse so barren of new pride,
So far from variation or quick change?
Why with the time do I not glance aside
To new-found methods, and to compounds strange?

Why write I still all one, ever the same,
And keep invention in a noted weed,
That every word doth almost tell my name,
Showing their birth, and where they did proceed?

O! know sweet love I always write of you,
And you and love are still my argument;
So all my best is dressing old words new,
Spending again what is already spent:

For as the sun is daily new and old,
So is my love still telling what is told.

¿Por qué mis versos parecen tan despojados de nuevas pompas, y tan escasos de ágiles variaciones? ¿Por qué no miro, con los años, en otras direcciones, hacia métodos recién descubiertos, y extrañas invenciones? ¿Por qué escribo siempre igual, siempre lo mismo, y mantengo mi estilo en una nota tan conocida, que cada palabra va proclamando casi mi nombre, y mostrando su origen y procedencia?
¡Oh amor mío, yo sólo sé escribir acerca de ti; el amor y tú sois mi único argumento! Por eso, lo mejor que puedo hacer es vestir nuevamente las viejas palabras, y nuevamente gastar lo que ya está gastado. Porque así como día tras día el sol es joven y es viejo, así mi amor seguirá diciendo lo que ya ha sido dicho.