sábado, 17 de septiembre de 2016

Alfonso Reyes: Stéphane Mallarmé

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SOBRE EL PROCEDIMIENTO IDEOLÓGICO DE STÉPHANE MALLARMÉ

Sutiles invenciones trato, resoluciones graves comprehendo, libros perfectos amo. Ambrosio de Morales, Epístola latino-castellana al Serenísimo Señor don Juan de Austria.

  S’il est un homme tourmenté par la maudite ambition de mettre tout un livre dans une page, toute une page dans une phrase, et cette phrase dans un mot, c’est moi. Des pensées achevées… elles n’ont pas même besoin d’être belles pour plaire, il leur suffit d’être finies. Joubert.


  QUE NUESTRO lenguaje sea inferior a nuestros poderes de introspección psicológica —por causas que sería difícil explicar— es sabido ya y lo han comentado profundamente filólogos y psicólogos en varias edades; que no responde, por su mismo ineludible carácter de precisión plástica y su estabilidad de símbolo, por la misma limitación de contornos que exige en los conceptos, por su estructura de letras y de palabras, de elementos perfectamente distintos y separables, al dinamismo esencial de nuestras almas y a su continua y fugaz carrera, y, sobre todo y particularmente, a su naturaleza (que es de pensamientos y no de palabras, de imágenes interiores y no de ruidos expresados), es evidencia que se ofrece a todos los hombres por poco que observen los fenómenos de su espíritu y sofoquen, voluntariamente, el hábito, ya grabado en nuestros cerebros, de pensar en palabras y de imponer contornos espaciales a lo desprovisto de magnitud: los pensamientos.

El lenguaje escrito es signo del lenguaje hablado, y éste sirve para expresar nuestras percepciones de las cosas. Y bien: las cosas son incognoscibles, las ideas vagas, continuamente fugaces, las palabras estrechas e inadecuadas, y la escritura defectuosa. Es decir: que el escritor posee solamente un medio torpe y viciado, manifestación de vicios anteriores; porque las ideas no son ya las cosas, las palabras no son las ideas, y la palabra escrita no es, ni con mucho, la palabra hablada.

Esfuerzo poderoso para perfeccionar el tosco lenguaje, anhelo sabio y meditado de hacer más directa la manifestación literaria; rebeldía de una mente original, nueva, integrada, por traer el medio defectuoso a la obediencia de los fines y de los modos de pensar; delirio, en suma, de perfección; tenaz empeño de pulir todo frotamiento, de destruir toda aspereza; obra tan vasta y de tan pasmosa congruencia racional que, con ser sólo de lingüística, supone, de por sí, la solución de muchos y más profundos problemas, y acaso la de la soñada correspondencia cabal entre las cosas y la voluntad teórica: éste fue el empeño de Stéphane Mallarmé y en tan vasta obra se gastaron todos sus alientos.
Estaba dotado su espíritu de maravillosa atención y de muy raras y hermosas virtudes, de ésas que pudiéramos llamar simpáticas, como que resultan de una clara y afinada sensibilidad para todas las simpatías del mundo y del alma: tal el sentido de la analogía que tan acertadamente señala en él Camille Mauclair. Y la receptividad admirable de su espíritu, y la emoción, deprimente pero compacta, que sus obras dejan en el ánimo —al punto que desaparece, como ser, para los lectores, y se esparce, se diluye, se metamorfosea en las cosas que va diciendo— hacen que lo concibamos, no como fuerte, no como vital ciertamente, ni vuelto sobre la vida y amenazando, túrgido y henchido, estallar sobre ella en gritos y en canciones, sino anhelante más bien de recibir, absorbente más que generoso, atrayente, cóncavo, dispuesto a manera de un vaso que ansiara por atraer los ríos, o de un espejo maravilloso que se combara por acaparar todo el sol. Concepción a que sirve e ilustra aquella voluptuosidad que, en L’Après-Midi d’un Faune, le hace decir:
 
    Je t’adore, courroux des vierges, ô délice
    Farouche du sacré fardeau nu qui se glisse
    Pour fuir ma lèvre en feu buvant, comme un éclair
    Tressaille ! la frayeur secrète de la chair.
[...]

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lunes, 5 de septiembre de 2016

José Lezama Lima: Ah, que tú escapes...

AH, QUE TÚ ESCAPES
Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no quieras creer las preguntas
de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.


OH ! POURQUOI DOIS-TU T'ENFUIR…
Oh ! pourquoi dois-tu t’enfuir à l’instant même
où tu avais atteint ta définition la meilleure.
Ô, mon amie, pourquoi ne veux-tu pas
croire aux questions de cette étoile que l’on vient de cueillir
et qui s’en va mouillant ses pointes dans une étoile ennemie.
Oh ! s’il était vrai qu’à l’heure du bain
dans la même eau discursive se baignent
l’immobile paysage et les animaux les plus fins :
antilopes, serpents aux pas brefs, aux pas évaporés
qui semblent, comme en rêve, recueillir doucement
les cheveux les plus longs et l’eau qu’on n’oublie point.
Ô, mon amie, pourquoi dans le marbre pur des adieux
n’as-tu pas laissé la statue capable de nous tenir compagnie,
puisque le vent, le vent plein de grâce
s’étire comme un chat pour mieux se laisser définir.
Version française de Miguel Ángel Frontán.